dw-world.de, 15.02.2008, http://www.dw-world.de/dw/article/0,2144,3130173,00.html
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“Hasta el domingo estará todo listo“, afirman los políticos kosovares. El 17 de febrero será probablemente la fecha en la que la provincia proclame su independencia de Serbia. Está por verse si Kosovo logra sobrevivir económicamente, después de todo no debe olvidarse que ya en épocas de la Guerra Fría era calificada como la región más pobre de Yugoslavia.
Extrema pobreza
Todavía en la actualidad esta región es una de las más pobres de Europa: en el 2005 el ingreso per cápita fue, según el Banco Mundial, de 1.243 euros al año. El 37 por ciento de la población cuenta con aproximadamente 1,42 euros para sobrevivir el día.
La pobreza impera ampliamente entre niños, ancianos, madres solteras, minusválidos, desempleados y las minorías no serbias como por ejemplo los Roma. La tasa de analfabetismo es de casi el 25 por ciento, según cálculos del Kosovo Education Centre. No existe información confiable sobre los niveles de educación de la población kosovar.
¿Puede un país sobrevivir en estas condiciones? Poco antes de que se haga el anuncio de independencia surgen dudas. “Los independentistas kosovares ignoran la realidad económica”, comenta en su edición del pasado 9 de febrero el Wall Street Journal. Ruth Wedgwood, profesora de Derecho Internacional de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, se opone a la independencia de Kosovo. “Kosovo tiene carbón, plomo y gente. Se encuentra en una esquina de Europa que pocos turistas visitan”, escribe. “Desde la perspectiva política no existen motivos para la independencia desde que Milosevic abandonó el poder”.
Esperanzas de carbón
Franz Kaps es más optimista. Fue hasta mayo de 2007 enviado especial para Europa del este del Banco Mundial y sigue siendo asesor para la región. Apuesta por la producción de energía en base al carbón. Se estima que en Kosovo existen yacimientos de más de 15 mil millones de toneladas de carbón. El Banco Mundial calcula que Europa del este requerirá hasta el año 2012 capacidades adicionales de energía por 4,5 giga watts.
Las instalaciones en Kosovo se encuentran en condiciones precarias por lo que se busca inversionistas. “Si se logra atraerlos, Kosovo podría convertirse incluso en exportador de electricidad”, dice Kaps. Pero para que haya inversión extranjera se requiere estabilidad política y jurídica. “El principal factor estabilizador sería que tanto Kosovo como Serbia ingresen en la Unión Europea”, agrega.
Hasta que logre fortalecerse económicamente requerirá ayuda externa. Se calcula que los kosovares en el extranjero envían remesas por cerca de 450 millones de euros anualmente. “Se trata de ayuda económica tradicional para Kosovo“, explica Karl Kaser. El profesor de Historia del Sudeste Europeo de la Universidad de Graz recuerda tiempos mejores. Kaser visitó en la década de los 80 la entonces Yugoslavia. „En aquel tiempo se registraba una transferencia de norte a sur, el capital de Eslovenia llegaba a Kosovo. Se tenía la impresión de que la economía mejoraba. Por todas partes se construían casas y hoteles.” En 1989 comenzaron los problemas políticos.
De Yugoslavia a la UE
Kaser descarta que Kosovo permanezca unida a Serbia, después de todo la mayoría de la población quiere la independencia. Y no es probable que Belgrado pueda prestarles ayuda por el momento. “Serbia misma atraviesa una severa crisis y no puede invertir en Kosovo”, dice. En su opinión Kosovo debe ingresar en la Unión Europea y el gobierno kosovar debe garantizar condiciones estables. Para impulsar la producción de carbón y atraer la atención de inversionistas extranjeros se requiere bases legales transparentes. Kaser teme que los inversionistas no estén interesados en negocios a largo plazo y que al final opten por transferir sus ganancias al extranjero. Pero todo depende de las condiciones, dice. A pesar de todo se muestra optimista cuando analiza la actual situación: „Sólo puede mejorar“, vaticina Kaser.
Autor: Dirk Eckert
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